Asesoría de Feng Shui

Un estudio de feng shui es un análisis energético de un determinado espacio, ya sea residencial o comercial. Se realiza específicamente para cada caso, analizando la actual disposición de la energía y buscando soluciones para favorecer las características positivas y eliminar las negativas.

1.- Revisión física del lugar: este paso incluye tanto la observación del entorno, tomando fotografías del exterior, de las calles y sus direcciones, construcciones vecinas, forma del terreno, ríos, fuentes, árboles, postes de teléfono, luz, etc., como el diseño interior, distribución de las habitaciones, colores, decoración, ubicación de puertas y ventanas, posición de las camas, etc.

2.- Año de construcción de la casa o local: cuando la casa se termina, hay un tipo de energía que la marca. Es la variable del tiempo necesaria para levantar el mapa energético de la construcción. Además hay que indicar si en ella se han realizado obras importantes (levantamiento del tejado, construcción de estancias nuevas...).

3.- Cálculo preciso de los grados y la orientación de la casa; según su orientación tiene una distribución energética diferente, de ahí que haya que medir los grados exactos con una brújula. Esta medida nos da la segunda variable (“espacio”) necesaria para llevar a cabo el estudio.

4.- Fecha de nacimiento de todas las personas que habiten o trabajen en el lugar: nos permite conocer las 4 orientaciones favorables y las 4 orientaciones desfavorables de cada miembro de la familia.

5.- Plano a escala de la vivienda o el local en cuestión, con la distribución de puertas, ventanas, dormitorios, escaleras, vigas, columnas, sótanos, baños…

Los cambios o modificaciones que se propongan tras el estudio, sólo serán los necesarios para garantizar el flujo correcto de las energías, de acuerdo con las necesidades y gustos particulares del cliente.

 

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