El feng shui, traducido literalmente como viento y agua, es un arte chino de más de 4.000 años de antigüedad que estudia cómo una determinada construcción influye en nosotros de manera beneficiosa o perjudicial en virtud de la orientación, el magnetismo, el entorno y la funcionalidad del espacio.
Parte de la premisa de que el entorno que nos envuelve nos afecta directamente por la vibración que éste nos aporta. Su misión es armonizar la energía de ese espacio potenciando, manipulando o bloqueando sus características.
La recopilación de información durante siglos, realizada por distintas personas, ha dado lugar a un conjunto de normas, reglas y fórmulas basadas en la observación de los cambios y ciclos de la naturaleza. Es una tradición de la que existen diversas teorías y métodos de aplicación (escuelas). El feng shui clásico se basa en la aplicación de varias de ellas.
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